«Quienes olvidan su pasado, están condenados a repetirlo».
El foro vecinal, no juzga el pasado, lo analiza y proyecta en el futuro. Jamás olvidamos.
Reunirnos en familia, disfrutar de un asado, SI, pero debíamos nutrirnos de algo más. Entonces, visitar la planta de CAP y los fantasmas de nuestros vecinos que aún vagan en silencio en el pensamiento de los que allí estuvimos, y que dejaron el cuerpo y el alma fue una vivencia profundamente distinta, plagada de nostalgías y relatos, en ese colosal sitio donde siempre habitó un cerrense.
El coloso abrió su alma desgarrada, a nuestros asombrados ojos.
Algunos lo compararon con Chernobyl o Hiroshima, es preferible compararlos con nuestra Argentina, la que se cimentó en el trabajo, en la colaboración, como debe ser la amistad, como debe ser la vecindad.
El cóctel mezcla de cálidos sentimientos y frias realidades, no puede quedar sin generar una mirada renovada de lo bueno que es la cultura del trabajo, la convivencia y la solidaridad, como forma de recuperar, nuestra identidad de Argentinos y Cerrenses.
Sin temor a la falacia, quienes tuvieron el privilegio de este acontecimiento, guardarán en su fuero mas íntimo una visión distinta de la amistad, la familia, la vecindad, la ciudad, la nación y el universo.